El impuesto a las grandes fortunas, también conocido como IGF, ha generado una amplia controversia desde su entrada en vigor el 29 de diciembre de 2022. Este impuesto, creado en la Proposición de Ley para el establecimiento de gravámenes temporales energético y de entidades de crédito y establecimientos financieros de crédito, tiene como objetivo principal la recaudación y la armonización de la normativa autonómica en España.
En el caso de Cataluña, el impuesto a las grandes fortunas también se aplica de acuerdo con la legislación nacional, ya que no se permite su cesión a las Comunidades Autónomas. Por lo tanto, los contribuyentes residentes en Cataluña que cumplan con los criterios establecidos estarán sujetos a este impuesto complementario del impuesto sobre el patrimonio (IP).
¿A quiénes afectará este impuesto en Cataluña y en qué cuantía?
Este impuesto recae sobre las personas físicas que posean un patrimonio neto superior a 3.000.000 de euros. Sin embargo, es importante tener en cuenta que las personas físicas residentes en Cataluña que tributen por obligación personal y no estén acogidas al régimen de impatriados o «Ley Beckham» podrán beneficiarse de una reducción en su base imponible. Este beneficio se realiza en forma de mínimo exento, permitiendo reducir la base imponible en 700.000 euros.
Una vez aplicadas las exenciones correspondientes, el patrimonio neto de los contribuyentes en Cataluña estará sujeto a una escala de tributación específica. Aunque la escala exacta puede variar y es importante consultar la legislación vigente en el momento de la consulta, es fundamental tener en cuenta que esta escala establece diferentes tramos y porcentajes de tributación progresiva según el patrimonio neto del contribuyente.
El impuesto a las grandes fortunas en Cataluña no solo tiene implicaciones en cuanto a la recaudación, sino también en la planificación fiscal de los contribuyentes. Dado que este impuesto es de naturaleza temporal y su derogación o modificaciones futuras pueden ocurrir, es fundamental que los contribuyentes consideren diversas estrategias de planificación fiscal para mitigar su impacto.
Es importante destacar que, al igual que en otras comunidades autónomas, el cumplimiento de los requisitos para aplicar la exención de la empresa familiar también puede ser una estrategia relevante para reducir la carga fiscal asociada al impuesto a las grandes fortunas. Por lo tanto, es recomendable analizar cuidadosamente los requisitos previstos en la Ley del IP y contar con el asesoramiento de profesionales especializados en planificación fiscal.
En conclusión, el impuesto a las grandes fortunas en Cataluña afectará a las personas físicas con un patrimonio neto superior a 3.000.000 de euros. Sin embargo, es importante tener en cuenta las reducciones y exenciones aplicables, así como la escala de tributación específica establecida. Para mitigar el impacto de este impuesto, es recomendable buscar asesoramiento profesional y considerar estrategias de planificación fiscal adecuadas a cada situación particular.
